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EXTRACTOS DE LA VIDA Y LOS MILAGROS DE ELISEO CAPÍTULO 2
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EXTRACTOS DE LA VIDA Y LOS MILAGROS DE ELISEO • ARTHUR WALKINGTON PINK SU LLAMADO - CAPÍTULO 2 • En la Introducción notamos la estrecha conexión entre las misiones y ministerios de Elías y Eliseo. Consideremos ahora la relación personal que existía entre los dos profetas. Esto es algo más que un punto de interés. Arroja luz sobre el carácter y la carrera de este último, y nos permite discernir el significado espiritual más profundo que se encuentra en esta porción de la Palabra. Había una relación doble entre ellos: una oficial y la otra más íntima. El primero se ve en 1 Reyes 19:16, donde aprendemos que a Elías se le ordenó “ungir a Eliseo para ser profeta”, y es digno de notar que, si bien se cree generalmente que todos los profetas fueron “ungidos” oficialmente, el caso de Eliseo es el único que se registra expresamente en las Escrituras. A continuación, aprendemos que inmediatamente después de su llamado, Eliseo “fue tras Elías y le servía” (1 Reyes 19:21), por lo que la relación entre ellos era la de amo y siervo, confirmada por la declaración de que “derramó agua sobre las manos de Elías” (2 Reyes 3:11). • Pero había más que una unión oficial entre estos dos hombres; los lazos de afecto los unían. Hay razones para creer que Eliseo acompañó a Elías durante los últimos diez años de su vida terrenal, y durante las escenas finales se nos muestra cuán estrechamente unidos estaban y cuán fuerte era el amor del joven por su amo. Durante su largo viaje desde Gilgal hasta el Jordán, Elías le dijo a su compañero una y otra vez: Te ruego que te quedes aquí . Pero nada pudo disuadir a Eliseo de pasar las últimas horas en la presencia inmediata de aquel que había ganado su corazón ni hacerlo dispuesto a romper su comunión. Así que siguieron caminando y conversando (2 Reyes 2:11). Observe cómo el Espíritu ha enfatizado esto. Primero descendieron a Bet-el (2 Reyes 2:2), pero después los dos siguieron caminando (2 Reyes 2:6); los dos se detuvieron junto al Jordán (2 Reyes 2:7); los dos caminaron sobre tierra seca (2 Reyes 2:8). Se negaron a separarse, pero cuando fue necesario, Eliseo exclamó: «Padre mío, padre mío» (un término cariñoso), y en señal de su profundo dolor «echó mano de sus vestidos, y los rompió en dos». • El mandato de Dios a Elías • Como regla invariable de las Escrituras, la primera mención es la que proporciona la clave de todo lo que sigue: «A Eliseo hijo de Safat, de Abel-melola ungirás para que sea profeta en lugar tuyo» (1 Reyes 19:16). Esas palabras significan algo más que el hecho de que él iba a ser su sucesor. Eliseo iba a ocupar el lugar de Elías y actuar como su representante acreditado. Esto se confirma por el hecho de que cuando encontró a Eliseo, Elías «echó sobre él su manto» (1 Reyes 19:19), lo que significaba la identificación más cercana posible. Es muy notable el hecho de que cuando Joás, el rey de Israel, visitó a Eliseo, que estaba a punto de morir, pronunció sobre él las mismas palabras que el profeta había pronunciado cuando Elías partía de este mundo. Eliseo exclamó: Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo , la verdadera defensa de Israel (2 Reyes 2:12), y Joás dijo: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! (2 Reyes 13:14). Esto no sólo marcó la identificación de Eliseo con Elías, sino que la identificación fue reconocida por el propio rey.
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